CAPÍTULO 1 – MIEDOS

7/9/1998

Ruth estaba sentada en el sofá  con su padre, viendo la tele, las noticias, no entendía como a los mayores les podían gustar esas cosas…son mucho más divertidos los dibujos. De repente escuchó un extraño sonido.

- Papá…

- ¿Qué hija?

- He escuchado un ruido creo que viene de la puerta-dijo la niña frunciendo el ceño.

- Espérame aquí-respondió su padre levantándose.

El hombre se dirigió silencioso hasta la puerta por el pasillo. Se acercó lo suficiente y miró por la mirilla. El miedo le invadió, acongojado pero movido por un resorte se dirigió a su hija rápidamente, apagó la televisión y se la llevó en volandas a la habitación más alejada. Le había tapado la boca para que no hablara aunque solo había conseguido asustarla.

- Tranquila-susurró en su oído, quitándose las perlas de sudor que descansaban en su frente.-Escúchame bien. Pase lo que pase, veas lo que veas te vas a quedar aquí escondida, debajo de la cama ¿Me has entendido? Voy a llamar a la policía, hasta que ellos no lleguen no salgas.

- Pero papá ¿y tú?

- Me voy a quedar aquí pero fuera sin esconderme quiero decir. No hagas ningún ruido pase lo que pase. ¿Me has entendido?

- Sí papá-respondió Ruth con el miedo reflejado en sus facciones.

- Prométemelo

- Te lo prometo.

- Vale, ahora metete ahí-dijo señalando el hueco de la cama-y no hagas ruido.

Ruth hizo todo lo que su padre le pidió. Los segundos se le hacían horas ahí abajo mientras escuchaba los rápidos susurros de su padre por el móvil. Un ruido mucho más fuerte que todos los cadenciosos sonidos que habían escuchado hasta ahora retumbó en sus oídos. Entonces su padre dijo mucho más alto que hasta el momento por el móvil:

- ¡Están aquí! Por favor rápido…por mi hija.-Y colgó.